Claves para potenciar la empleabilidad en el mercado laboral actual

Por María Ester Calvo-. Directora Comercial Switch Mind, Mayo 2022
A medida que evolucionan las demandas del mercado laboral, el desarrollo y el fortalecimiento de ciertas habilidades poderosas, llamadas también “blandas”, adquieren una mayor relevancia frente a los títulos profesionales, que están ganando en obsolescencia (cualquiera sea la profesión en cuestión).
Si bien, existen un sinnúmero de consejos y tips, en esta entrada, nos enfocaremos en cuatro claves para potenciar la empleabilidad.
Abundan las categorías y subcategorías en el mundo laboral. Junior, senior, senior manager, director… los nombres dependerán de la cultura y estilo de la organización. No obstante, esta categorización de perfiles cada vez más está quedando añeja, a medida que evolucionan las demandas en el mercado laboral.
A pesar de, algunos puestos, ser considerados como junior, muchos profesionales pueden estar altamente capacitados en habilidades clave para desarrollar su trabajo y tener un perfil atractivo en el entorno laboral. Por otro lado, hay perfiles más senior que pueden haber quedado desfasados o no necesariamente, han tenido que desarrollar ciertas habilidades.
Potenciar la empleabilidad.
Esta situación se agrava más en las habilidades relacionadas con lo digital, pero las habilidades blandas (soft skills, en inglés) también están ganando terreno, para optimizar y potenciar elementos fundamentales de la comunicación, el trabajo en equipo y el liderazgo. Muchos autores de nuestra era plantean que se han convertido en auténticos valores diferenciales en el entorno laboral, evolucionando hasta posicionarse como habilidades de poder o (power skills, en inglés) como apunta el informe de Tendencias de aprendizaje en el entorno laboral en 2022 de Udemy Business.
Capacitar a los empleados para que desarrollen las habilidades de poder mencionadas, es fundamental para crear, desarrollar y potenciar empresas flexibles y una sólida cultura corporativa en entornos cambiantes.
Existen ciertas habilidades que no se han enseñado –ni se enseñan– en la educación obligatoria, ni incluso en las universidades, lo que ha hecho replantear en algunas organizaciones, los procesos de selección.
De hecho, 8 de cada 10 directores de recursos humanos en España, reconocen tener problemas a la hora de reclutar talento para sus compañías, porcentaje que se ha disparado 30 puntos porcentuales en los últimos 5 años. La realidad en Chile no dista en demasía.
Por lo tanto, cabe de cajón preguntarnos si ¿sigue teniendo sentido contratar nuevos perfiles exclusivamente en función de su categoría profesional o sus títulos académicos?
Aspectos para tener en cuenta.
Así, existen cuatro claves sobre cómo están evolucionando los procesos de selección en las empresas en nuestros días:

1. Cuanta mayor diversidad, mayor talento colectivo.
Las organizaciones se deben abrir a la diversidad y tener presente en todo momento que las opiniones y perspectivas de sus empleados, contribuyen de forma positiva en hacer crecer el talento de sus equipos de trabajo y, en última instancia, aumentar los ingresos. Por lo tanto, la diversidad, así como la personalidad de los empleados, influye más que nunca en los procesos de selección, pues son, en muchas ocasiones, gran parte del éxito en el entorno laboral.

2. La inteligencia emocional.
Será clave en los procesos de selección demostrar nuestras capacidades en inteligencia emocional, así como transmitir integridad. En esta materia, destacar las habilidades de poder antes comentadas, será de gran ayuda. Nos capacitan para comunicar, colaborar y liderar con efectividad. Añadirlas de antemano a nuestro currículum ayudará a destacar nuestro valor diferencial.

3. Experiencias laborales previas.
Aunque no necesariamente determinante, la experiencia sigue cobrando gran importancia al momento de enfrentar un proceso de reclutamiento y selección. Pero, atención, no solo deberemos explicar qué puestos de trabajo tuvimos en el pasado, sino también deberemos hacer énfasis en qué éxitos se lograron durante el desempeño del rol, qué obstáculos encontramos por el camino y qué hicimos para superarlos. El objetivo no será sólo conocer más en profundidad al postulante (o darnos a conocer, en caso de que seamos quien quiera postular), sino identificar habilidades que encajen con el puesto para el cual se postula.

4. Formación continua.
Pasado el proceso de educación obligatoria y los estudios superiores o técnicos y/o universitarios -en caso de poseerlos-, los reclutadores tienen más presente que nunca otros conocimientos y habilidades adquiridas a través de la formación. El interés en la continua formación refleja el afán de mejorar y estar siempre actualizándonos acorde al mercado laboral, lo que se conoce en inglés como lifelong learning, es decir, mantener un aprendizaje continuo de por vida teniendo en cuenta las demandas y requerimientos del mercado o la posición que ocupemos.

En definitiva, la formación continua y el resto de las claves anteriores se posicionan como herramientas fundamentales para afrontar el futuro profesional. Nos ayudará a ser más competitivos y a satisfacer las necesidades evolutivas que demandan las organizaciones en la actualidad. Y este factor es lo que va a garantizar, por encima de cualquier título o categoría profesional, gran parte de nuestra satisfacción laboral y nuestra empleabilidad a largo plazo.

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